Scrooge. Aviñón 2021
Libro adaptado de un cuento de Charles Dickens, y creado para el teatro por Perpetuo Mobile Teatro.
Con Brita Kleindienst, Marco Cupellari, y David Labanca, la historia del avaro Scrooge toma un carácter poético.
Con el adorable acento italiano de los actores que cuentan la historia en italiano, el espectáculo es casi mudo. Solo algunos comentarios necesarios y en ocasiones de humor para centrar al público sobre lo que va a ver.
Los protagonistas del cuento llevan mascaras, algo que hace explotar la mente del público cuando vemos que en fotos que representan a Scrooge en el pasado, fotos en blanco y negro de pequeño, él, Scrooge, sale con esa máscara mientras todos los niños salen con cara normal (espero que no haya aquí ningún defensor de las personas con mascara y que diga que normal no exite...). El ver que este hombre físicamente siempre ha sido así, nos emociona por ver que es un ser especial dentro de un mundo que lo acepta sin aspavientos. Cuando el fantasma muestra su juventud, jovial y lleno de vida, Scrooge se da cuenta de que el tiempo ha pasado muy rápido y que él era divertido. Todo esto sin palabras, aquí radica el éxito de esta obra, mostrar y transmitir sin decirlo verbalmente.
Con los personajes secundarios que aparecen, el empleado de Scrooge o el limpiabotas, vemos la relación de subordinación que aún hoy en día se observa, no por el rango o diferencia económica, pero por la diferencia de egos, cuando alguien se cree superior trata al resto como Scrooge al limpiabotas.
Con un toque dramático muy poético, suave, dulce, la compañía nos transmite el mensaje que se quiere transmitir. Sin ovación atronadora al final, la obra es sencilla y gusta al gran público.
Opinión: 3,5/5