Basílica del Sagrado Corazón, Bruselas
La quinta iglesia más grande del mundo se encuentra en Bruselas, es La basílica del Sagrado Corazón o Basilique du Sacré-Cœur de Koekelberg.
Con 89 metros de alto y 167 de largo, se encuentra aquí cerca de la parada del tranvía Bossaert-basilique.
Puro arte Deco
Construida en arte Deco, su primera piedra fue puesta el 12 de octubre de 1905. Durante la primera guerra mundial los trabajos se pararon. Los cardenales Mercier, Van Roey y Suenens son los que tuvieron la ardua misión de gestionar la construcción, hasta que en 1970 la basílica fue terminada.
Con su arte de piedra terracota, las capillas del Santo Sacramento o la capilla de San Jorge, la basílica no deja a los viandantes, visitantes o devotos indiferentes. El balcón de su cúpula es la guinda para esta obra arquitectónica que es un icono de la capital europeo.
Situación privilegiada
El arquitecto Albert Van huffel fue quien vio el potencial de crear una basílica con estas dimensiones en una de las colinas de la ciudad, no solo sería vista por sus dimensiones sino también por su ubicación destacada. A la muerte de Albert en 1935, continuó con el proyecto el arquitecto Paul Rome, quien consiguió explotar más en profundidad los espacios de la basílica, con salas de reunión, un teatro, museo, una chapelle de semana, una habitación para el conserje, una tienda... una verdadera ciudad dentro de la ciudad.
La basílica es una iglesia latina tradicional, la 5a más grande después de:
- Basílica de Notre-Dame de la paz en Yamous-soukro, Costa de Marfil
- San Pedro de Roma, Italia.
- Catedral de San Pablo de Londres, Reino Unido.
- Iglesia de Santa María del Fiore de Florencia, Italia.
La estatua del Sagrado Corazón que fue elegida por el Cardenal Van Roey entre varios proyectos, eligiendo una en la que Cristo levanta su mano derecha en símbolo de bendición, escultura de bronce de 2.8 m, de 1947.
Otra de las piezas de arte curiosas que se pueden encontrar es la vidriera dedicada a las "Fuerzas Aéreas" realizada por Theodora Veranneman (1930) para poner el valor a este cuerpo tras la primera guerra mundial. En las vidrieras de la capilla de Corea del Sur pueden verse incluso la bandera del país y otros elementos basados en cuadros de Willy Persyn creados en vidrio por Liesbet de Groot (1957).
Escultura y arquitectura convinada a la perfección
El ciborium es otra de las piezas claves en la basílica, obra de Henri-Joseph Holemans (1894-1973), con cúpula de cobre donde vemos 4 ángeles. Cerca hay esculturas del alemán Harry Elstrøm, quien repiensa el concepto de la escultura religiosa, convirtiendo su arte en una obra religiosa con tendencia expresionista, combinando perfectamente con la arquitectura del resto del edificio.
En definitiva, una experiencia, que como el Pilar de Zaragoza, quita el aliento por la magnitud de sus techos y espacios. La visita al mirador es una de las mejores experiencias ya que no solo se ve la ciudad al completo, sino que también vemos monumentos característicos alejados del centro como el Atomium.