El restaurante más grande de Europa
Ciertamente el título de lo más grande de Europa llama la atención. En el caso de un restaurante uno se atiende a algo titánico,y en el caso de La Felicità con sus más de 4000 m2 nos deja con la boca abierta, lista para lo que se ha ido a hacer allí: comer.
Las dimensiones son de unos 50 metros de ancho por 100 de largo. El hangar continua con oficinas de start-ups que pertenecen a uno de los hombres más ricos de Francia, un hombre sencillo que se pasea con sus guarda espaldas por el restaurante, para mostrar su cercanía.
La situación del restaurante es esta, un antiguo hangar de trenes cerca de la biblioteca nacional de Francia, la llamada biblioteca Francois Mitterrand.
Hace unos tres años se abrió al público dentro de la estrategia de el buque insignia que es Big Mamma con restaurantes en Madrid, París, Lille, Lyon, Burdeos y Londres.
Con este nombre está claro que la comida es italiana, y esa es la gracia, dentro del restaurante por todas partes se respira el espíritu y la comida italiana, con cerveza y café también italianos. El menú está aquí.
El restaurante tiene unas 50 personas trabajando, con pequeños rituales que en ocasiones realizan como hacer un pasillo de honor a los primeros clientes que entran por la puerta, o llevar un pastel con una vela seguido de 20 o 30 trabajadores que crean un impacto muy bueno, por la cantidad de gente felicitando al cumpleañeros.
Como remarcan directamente en la página:
La Felicità es un gran mercado de alimentos procedentes directamente de los productores donde todo es 100% casero. 4.500 m2, 8 cocinas, 9 chefs, 3 bares y una gran dosis de amor. Se puede oler el aroma de las pizzas napolitanas en el enorme horno de leña, echar un vistazo a la trattoria o a la hamburguesería, llenarse los dedos con las galletas con sabor a praliné en la cafetería, emborracharse alegremente con los cócteles "italodirty" y la cerveza artesanal en el reluciente "biergarten", y a disfrutar sin más.
También es un lugar de fiesta, con sesiones de DJ todos los viernes y sábados por la noche y todo un programa de eventos funky. Dos salas superiores para comer en una biblioteca y una jungla. Dos vagones de tren hacen de oficinas y cocinas.
Las instalaciones acogen algo novedoso, masajes de 10 minutos a precio libre, para que todo el mundo pueda recibir un relajante masaje pagando lo que crea que vale según sus posibilidades.
Una oportunidad para volar al cielo con el masaje, mientras uno hace una pausa entre bocado y bocado.