Cuevas de Gargas, Francia
En esta ocasión, mi curiosidad innata y mis ganas de aventura me llevaron a las profundidades de la tierra, las cuevas de Gargas (y su museo Nestploria) en el pueblo de Aventignan (Alto Pirineo), entre Huesca y Toulouse, justo aquí.
Estas cuevas fueron habitadas por el hombre de Cromañón hace más de 27.00 años.
Haciendo una breve introducción, debéis saber que la región de Occitania tiene un mundo paralelo que discurre bajo sus pies. Se trata de la región con mayor riqueza en cuevas pintadas, extensas simas y ríos subterráneos.
Sus montañas, gargantas y mesetas calcáreas son una maravilla de la naturaleza que ofrecen unos 40 espacios subterráneos para explorar. Este entramado de cuevas y túneles, te permitirán descubrir unos entornos excepcionales de estalactitas, estalagmitas o pinturas rupestres. Empieza nuestro viaje a los anales de la historia del hombre.
Descubrimiento de las cuevas de Gargas
La primera descripción de Gargas, en 1575, fue realizada por el cosmógrafo François de Belleforest. Este humanista sospechaba de un lugar subterráneo "donde nuestros padres idólatras solían sacrificar a Venus o a los dioses infernales". Como atestiguan numerosos grafitis en las paredes, todas las galerías de Gargas fueron frecuentadas por curiosos y paseantes desde entonces.
En el siglo XIX, el Ayuntamiento de Aventignan puso una guía a disposición de los turistas que "viajaban a los Pirineos". El lugar era un destino popular para quienes tomaban las aguas termales de Bagnères de Luchon o Cauterets. Entre ellos hay algunos estudiosos que se interesan por la geología, la paleontología o la arqueología.
Al igual que Édouard Piette en Lortet, Félix Garrigou y André de Chasteigner realizaron una prospección en el fondo de la entrada inferior. Descubrieron vestigios de ocupación humana que atribuyeron a la Edad del Reno.
Félix Régnault repitió posteriormente estas excavaciones en varias ocasiones. Confirmó el interés arqueológico de Gargas y estableció que fue habitada por el hombre paleolítico durante la Edad del Oso. Con la ayuda de varios trabajadores, vació el pozo de la mazmorra de los esqueletos de osos de las cavernas y hienas que habían muerto allí, probablemente atrapados por el agua. Varios ejemplares se exponen en los museos de historia natural de París y Toulouse, lo que contribuye a la reputación de Gargas.
Es la única cueva con dibujos rupestres del departamento de Altos Pirineos abierta al público
A su vez, está compuesta por dos sub-cuevas distintas, sus respectivas entradas se abren sobre la ladera orientada al noroeste. La cueva inferior, Gargas I, es amplia y baja con una bóveda casi horizontal. Termina con un pozo que abre la red profunda de Gargas. La cueva superior, Gargas II, en cambio, es estrecha y esbelta, con paredes cubiertas de calcita blanca. Estuvo separada de Gargas I durante mucho tiempo debido a un bloqueo sedimentario. Las dos cuevas se unieron a finales del siglo XIX mediante un pequeño túnel artificial.
Clasificada como monumento histórico en 1910, la cueva de Gargas ha revelado numerosos tesoros arqueológicos. Ambas cuevas fueron frecuentadas por tribus de hombres de Cromañón, cazadores-recolectores en una época de la prehistoria conocida como período Gravetense (29.000 y 22.000 años atrás).
La prueba más evidente de nuestros antepasados prehistóricos es la diversidad y la riqueza de las representaciones dejadas en las paredes. En Gargas se pueden ver grabados y pinturas de animales, signos geométricos, símbolos sexuales y, sobre todo, manos prehistóricas negativas.
Son éstas la verdadera particularidad de Gargas. En total, se han identificado más de 250 pinturas de siluetas de manos (de hombres, mujeres y niños). Estas plantillas se hacían estampando o rociando pigmentos negros, rojos, ocres o blancos alrededor de las manos aplicadas a la pared. Cuando se rociaban, estos hombres se ponían la mezcla de pigmentos en la boca, la mezclaban con la saliva y luego la escupían sobre las manos. Aunque hoy se desconoce el motivo de esta práctica, a lo largo del siglo XX se barajaron varias hipótesis: el lenguaje, la firma o las prácticas simbólicas vinculadas a los rituales chamánicos. El misterio sigue ahí.
La originalidad de las manos de Gargas reside en el hecho de que la gran mayoría de éstas están incompletas, es decir, a cada dedo le faltan una o varias falanges. Esta extrañeza ha dado lugar a un debate y a diversas interpretaciones por parte de la comunidad científica: ¿mutilación ritual? ¿Patologías, congelación? ¿Dedos doblados? ¿Lenguaje de símbolos?
La guía nos planteó todas estas posibilidades para que cada cual escogiese la que más resonaba con él.
Museo interactivo
Una vez acabado el recorrido de las dos cuevas, alrededor de 50 min, no os podéis ir sin visitar el museo interactivo preparado al público, para poder entender mejor la historia y el modo de vida de estos primeros pobladores.
Inaugurado en julio de 2010, Nestploria es el centro de interpretación digital de las cuevas de Gargas. Este espacio museográfico, totalmente equipado con dispositivos digitales, te permite enriquecer tus conocimientos y completar la visita guiada a las cuevas con pantallas táctiles, una gran mesa digital o películas atmosféricas y científicas.
Te ofrece un viaje en el tiempo, explorando el conocimiento de Gargas. Te permite "tocar" el mundo prehistórico de Gargas con la punta de los dedos, literal y figuradamente. Es una invitación táctil e interactiva a sumergirse en la prehistoria, a descubrir espacios inaccesibles durante la visita, a encontrar los grabados de animales en la pared, a estudiar el misterio de las manos pintadas, a conocer lo que amenaza o protege a las cuevas decoradas, a dejar la huella de una mano virtual...
El museo da para una hora o más, dependiendo de las ganas que ponga cada uno.
Conservar el pasado
Antes de acabar, me gustaría hacer un pequeño inciso en la necesidad de conservar, cuidar y respetar estos lugares mágicos, para que muchas otras personas los puedan disfrutar también. Es parte de nuestra historia como humanidad.
Al final de la visita guiada se hace mención a este hecho y se nos explica que permanecieron durante un tiempo cerradas, debido a su deterioro y actos poco cívicos.
De todos modos, a pesar de la explotación turística del lugar desde el siglo XIX, los restos de las pinturas prehistóricas de Gargas se conservan especialmente bien: algunas pinturas han sobrevivido casi 300 siglos para llegar hasta nosotros casi intactas. Esto se debe principalmente al contexto ambiental, con una circulación de aire y agua notablemente estable en la cueva durante períodos muy largos.
La preservación para las generaciones futuras de un patrimonio tan excepcional se hace hoy teniendo en cuenta los impactos físico-químicos de las visitas turísticas a la cueva.
Además de una revisión completa del circuito de visitas y del sistema de iluminación, ahora hay un dispositivo para controlar en tiempo real los niveles de CO2, la temperatura y la humedad.
Personalmente, puedo decir que es una visita muy recomendable e interesante para sentir lo que debían de sentir los hombres que habitaron en estas cuevas hace más de 25.000 años y ponernos en su piel.
Texto: N.V. y D.S.
Fotos: N.V.
Fuente: https://grottesdegargas.fr/