Museo de San Francisco, TARIJA, BOLIVIA
Un museo con una gran cantidad de historia y cultura, y una viva actitud de mostrar, difundiendo el conocimiento.
RECOLECTORES Y CAZADORES
Los primeros habitantes de Tarija conformaban grupos nómadas, recolectores de gramineas, huevos, animales pequeños (cuis, patos,), etc. Recorrian ciclicamente las regiones bajas en invierno, habitando refugios temporales en base a paravientos, como en la laguna de Tajzara, Copacabana, Yunchará, etc. y oquedades naturales. En verano recorrían las partes altas; existen cuevas donde dejaron restos de talleres con abundancia de guijarros, con los que confeccionaban láminas, raspadores, perforadores, cuchillos raederas, etc. De este momento se tiene los restos fósiles del "hombre de Nuapua" fechado entre 9.000 a 6.000 años a.C. y del hombre de San Luis (Prov. Cercado, Departamento de Tarija), con 7540+/- 50 años a.C.
Posteriormente, se encuentran campamentos de cazadores que perseguían las manadas de Camélidos, como el Guanaco y el Venado; perseguían periódicamente a la fauna dejando como rastro zonas de habitación, como cuevas y abrigos rocosos decorados con escenas de sus actividades. Entre sus principales utensilios se encuentran cuchillos bifaciales y preformas de puntas de lanza lanceoladas, triangulares, romboidales, escotada, etc.
FORMATIVO O TARIJA INCISO
Entre 2.500 y 2000 años a.C los grupos humanos pasaron de nómadas a sedentarios, culminando con la domesticación de plantas y animales. Empezaron a fabricar cerámica y a organizar asentamentos o pueblos con centros de culto a la madre tierra o la diosa de la fecundidad.
Estos asentamientos se encontraban ubicados con frecuencia cerca de los rios, en las riberas bajas o en las lomas circundantes. Se trata de pequeñas aldeas con viviendas de barro de planta circular.
Las poblaciones de esta época tenían una economía diversificada (agricultura, caza, pesca y recolección).
Los materiales encontrados demuestran la existencia de intercambios a larga distancia hacia el altiplano, la selva tropical y el Alto Amazonas del Perú y Ecuador a partir del año 1200 aC. La cerámica monocroma de las tierras bajas del Este, originaria del Amazonas Superior, tiene forma todavía más elaborada y con decoración incisa.
MOJOCOYA O TARIJA TRICOLOR
Esta tradición está representada principalmente por una cerámica pintada, distinta, descrita y bautizada por primera vez por Leonardo Braniza, en 1957, como Mojocoya tricolor o Tarija tricolor.
La historia de éste estilo (Mojocoya) está en proceso de estudio y se desarrolló en los valles y tierras bajas del país.
Está fechada entre el 1 al 800 d.C., aunque hay muchas variaciones, las piezas más frecuentes son cuencos con paredes rectas y cuencos convexos. Usualmente los cuencos están decorados con triángulos, con o sin volutas escalonadas y triángulos escalonados con volutas. En línea y color rojo y/o negro alternados sobre fondo ocre.
Datos disponibles indican que los habitantes de esta época vivieron en pueblos organizados, cultivaban, trabajaban cobre, tejían (lana y algodón), produjeron cestería, cuencas, tembetás, etc. y tenían intercambio con gente de los andes y tierras bajas del este.
Esta cultura de los valles de Bolivia tiene una especial importancia ya que es un ejemplo de la dominación de una tradición de origen amazónico en la región andina.
OMEREQUE
(Policromo del 500 al 1000 d.C.)
Tiene sus orígenes poco antes de la llegada de Tiwanaku a Cochabamba y corresponde a una expresión local generada en un desarrollo regional del sector Sur en las Cuencas del río Mizque. En su fase media es influenciada por los Tiwanaku y en su decadencia influye al estilo Yampara.
Su cerámica lleva excelente policromía, diseños representando imágenes abstractas, antropomorfas o zoomorfas, en plomo, rojo, naranja, delineados en negro y blanco sobre el fondo natural de la pasta ocre claro.
Se destacan sus textiles, cestería, arcos y flechas y la parafernalia de uso de alucinógenos.
TIWANAKU
Esta cultura, durante su fase expansiva, entre los años 650 a 1100 d.C., desarrolló un modelo de complementación con otros pisos ecológicos, tanto hacia la costa como a los valles templados y los Yungas del Este de los Andes. Allí se articuló con otros grupos locales de tradición cultural y lingüística diferente, dentro la lógica de obtener e intercambiar productos alimenticios y bienes de consumo.
En los valles de Tarija se encuentran restos de cerámica Tiwanaku que influyeron en las culturas locales. Se han encontrado piezas de esta cultura cerca de Chaguaya y en la zona central de la parte altiplánica del Departamento como Ñoquera, Palqui y Curqui.
También es destacable su expansión al Nor-Oeste argentino y el Norte chileno.
YAMPARA
Corresponde a un tipo de alfareria encontrada en la Provincia Yamparaés del Departamento de Chuquisaca y su desarrollo se expande hasta el Sud-Este de Cochabamba. Se trata de una cultura post-Tiwanaku, cuyas características en la decoración y formas de su cerámica difieren de las tiwanakotas.
Conocemos algunos centros urbanos con habitaciones rectangulares. Las cerámicas fueron decoradas en negro con reborde blanco sobre fondo rojo y ocre, poseen formas variadas. Fue conquistada por los incas en su última fase.
MIZQUE LAKATAMBO
Corresponde a un desarrollo regional contemporáneo al Yampara, llegando a ser influenciado por esta cultura.
Las características de su cerámica difieren de las decoraciones y formas yamparas, aparece el uso de caolin o arcilla blanca en la confección de su alfarería, como los tetrápodos en pequeñas vasijas globulares.
Su decoración es geométrica en grecas, zigzags y espirales realizados en finas lineas negras que bordean trazos gruesos de colores rojos oscuros que en algunos casos llega a ser marrón sobre superficie natural de la pasta blanca. Presenta también representaciones antropomorfas, con pintura facial.
INCA
(Del 1438 d.C. hasta la conquista Ibérica)
La invasión incaica se produjo probablemente en el reinado del Inca Pachacuty cuando conquista el Collao y los Charcas.
Posterior a la conquista del Collao y los Charcas, son sus hijos, quiénes construyen y fundan grandes ciudades en los valles. Construyen una gran cadena de fortalezas, con fines de expansión y de transporte humano bajo el sistema de mitimaes, reparan y amplían los viejos sistemas de caminos a fin de mejor control de los grupos originarios.
Aproximadamente en 1460, dejaron una serie de restos arquitectónicos de características cuzqueñas provinciales y pocos artefactos, ya que solamente se establecieron 70 años.
Las características de su alfarería son: arribalos con engobe rojizo, escudillas y keros de paredes rectas con una decoración pobre generalmente en negro y blanco.
TOMATAS
(PERIODO INTERMEDIO TARDÍO)
Entre los años 1100 y 1470 d.C., a raíz de la desestructuración de Tiwanaku, se forman los reinos andinos y la confederación de grupos étnicos.
Los Tomatas, habitantes de los valles centrales de Tarija, aparentan haber tenido vinculos con etnias del valle del rio Loa, en el norte de Chile, por cuanto se autodenominan como Tomatas Copiapoes. La toponimia de su hábitat también permite enfatizazar esos lazos, ya que tanto un paraje como una parcialidad de ellos se llama Calama.
Documentación del siglo XVII y crónicas más tardías los ubican en los albores de la conquista española junto a los actuales valles de San Mateo, Oropeza, Canasmoro, Sella, Coimata y La Victoria. Una parcialidad de los Tomatas quedo más tarde reducida junto a la confluencia de los rios Erquis y Guadalquivir, en el sitio que hoy se conoce como Tomatias o Tomatas, mientras que otra permaneció en el valle de Canasmoro, donde se halla la localidad de Tomatas Grande.
ESPAÑOLES
A los inicios de la llegada de los franciscanos a la zona de Tarija, el método empleado por los franciscanos era el de formar reducciones. Para su creación se necesitaba el pedido de algún sector de los indios, representado por un cacique, el cual, a su vez, donaba los terrenos necesarios. En contrapartida, los franciscanos pedían la aceptación de la economía colectiva y la escuela para los niños. No se exigía la aceptación del cristianismo, si bien la justificación inicial se dio siempre por la conversión de alguna autoridad. Así es que en la reducción vivían "fieles" e "infieles"; ambos, bajo el mando de los Padres conversores.
Los caciques quedaban como parte del sistema de autoridad, aunque de forma subalterna. La denominación de "misión", que se le ha impuesto en la literatura histórica, correspondía sólo a la parte de los neófitos.
INDEPENDENCIA
El nombre de Charcas vino de la regionalización de los indios "charcas" establecidos en los alrededores de Chuquisaca ("puente de la plata", por su vecindad con Potosí), nombre, que fue traducido al castellano por La Plata. La organización colonial instaló allí el tribunal supremo. Así es que mandatos del Rey (España), Virrey (Lima) y decisiones de gobierno se dictaminaban en Chuquisaca. Una disconformidad con Charcas histórico se produjo por la reforma borbónica, que organizó el continente latinoamericano del sur con las Intendencias y la creación del Virreinato de La Plata, en 1776, con sede en Buenos Aires. La Charcas histórica ocupaba el territorio que se cerraba desde los ríos Iténez al Bermejo, y desde el río Paraguay al mar Pacífico, manteniendo, en proporciones diferentes, los actuales límites con los Estados de Chile, Perú, Brasil, Paraguay y Argentina. Un asunto, en contraste con dos siglos de historia charqueña, vino con la reforma borbónica, que trasladaba la Villa de Tarija al obispado de Salta (1807) y, posteriormente, a la Intendencia del mismo nombre (1809).
La contradicción fue silenciada por el grito de las Guerras de la Independencia latinoamericana, iniciado en Chuquisaca (25 de mayo de 1809) y con la junta de Buenos Aires en 1810. Las contradicciones siguieron en desventaja para Tarija. El 3 de agosto de 1810, el Virrey José de Abascal, en un intento de separar la continuidad del proceso libertario, determinó que el resto de Charcas pase al Virreinato de Lima. Tenemos además que señores tarijeños eran parte de la junta de Buenos Aires y lo que impulsaron fue, ante todo, una dimensión latinoamericana, que no contaba con el paso sucesivo de la división en Estados, del suelo, del continente. La aplicación de la herencia colonial para la redistribución geopolítica encontró a Tarija agrupada en el Virreinato de La Plata. Esa interpretación de los acontecimientos, llevó a que José Antonio de Sucre no llamara a los tarijeños, con el decreto de 9 de febre ro de 1825, a la Asamblea Constituyente, a pesar de saber que "esa provincia clamaba, rogaba y suplicaba porque se le admitiese diputados, en la Asamblea de Chuquisaca". El 6 de Agosto, la asamblea votó el Acta de la Independencia y, el 10 del mismo mes, decidió que la Charcas histórica se cambiara en República de Bolivia (homenaje a Simón Bolívar); y posteriormente, Chuquisaca o La Plata, en Sucre (homenaje a José Antonio de Sucre). En 1826, Tarija, por voluntad de sus habitantes y aceptación del Mariscal Sucre, se reintegró a su curso histórico, ahora llamado Bolivia.
Ocaso misionero-conventual y su renovación.
Las Guerras de la Independencia fueron llenas de sufrimientos para los franciscanos de Tarija. Todo el régimen reduccional fue destruido y los frailes dispersados: unos llevados prisioneros a Potosí; otros, expulsados al Perú; la mayoría retenidos en la Argentina; y algunos, se fueron de vuelta a España. La actitud de los religiosos fue tan sólo de defensa de sus misiones y trataron con ambos ejércitos. Sobre esa tragedia se juntaron las leyes de secularización de las propiedades, actividades de la Iglesia y relaciones entre Iglesia y Estado. En tal situación, el general Francisco Burdett O'Connor fue encargado de laicizar el convento de San Francisco de Tarija. Él relata en sus Recuerdos (Tarija, 1895): "Estando yo en Tarija, me llegó una orden muy reservada, de cerrar los conventos de San Francisco, Santo Domingo y San Agustín".
El Cristo Roto
-¿Por qué no quieres que te restaure?
No te comprendo.
¿No comprendes señor que va a ser para mi un continuo dolor cada vez que te mire roto y mutilado? ¿No comprendes que me dueles?
Eso es lo que quiero. Que al verme a mi roto te acuerdes siempre de tantos hermanos tuyos que conviven contigo, rotos, aplastados, indigentes, mutilados. Sin brazos, porque no tienen posibilidades de trabajos. Sin pies, porque les han bloqueado los caminos. Sin cara, porque les han quitado la honra.
Todos olvidan y les vuelven las espaldas. No me restaures, a ver si viéndome asi te acuerdas de ellos y te duelen. A ver si así, roto y mutilado, te sirvo de clave para el dolor de los demás.
(Padre Ramón Cue S.J.)
Fotos explicadas en el vídeo:
D.S. y N.V.