La loca historia de la literatura. CIA TEATRO DE PONIENTE
Antonio Velasco y Fernando de Retes vuelven a lograrlo, levantar al público del teatro para que les ovacionen.
Siendo la segunda vez que vemos a estos dos genios del teatro moderno, aún nos ha gustado más. La literatura mezclada con humor hace que pase mejor.
Y es que, la compañía salmantina Teatro de Poniente, no ha parado de cosechar éxitos desde su inicio. La compañía fue fundada en 2012 por Antonio Velasco, actor, director y dramaturgo de la compañía. Junto a Iratxe Jiménez, productora y distribuidora de la compañía, han creado varios espectáculos, pero sin duda, es este, "La loca historia de la literatura" con la que han dado el bombazo desde hace años.
Su éxito traspasa las fronteras de Castilla y León, ya que en 2021 son candidatos a nivel nacional a los Premios Max con este mismo espectáculo en dos categorías: Mejor autor teatral, y Mejor espectáculo infantil, juvenil y familiar.
La compañía sabe muy bien en qué momento vivimos, estamos ante la desbandada del público (sobre todo de menos de 35 años) de las salas de teatro. Basta con mirar el color del pelo de muchos de los asistentes, para darse cuenta de que algo ha pasado o algo se ha hecho mal en el teatro nacional. Quizás la prepotencia o falta de adaptación de teatros clásicos han logrado que los espectadores aborrezcan el teatro, acostumbrados a sensaciones basadas en impactos. Lo mismo ocurre en el cine, donde ciertos directores "echan" a los espectadores de las salas con sus pedanterías soporíferas, mientras que otras "atraen" al espectador (ejemplo reciente es Avatar 2).
En el caso de la compañía Teatro de Poniente, su obra sería el "Avatar " del teatro, haciendo que la gente se divierta, aprenda, empatice con los actores, quieran volver a verla (en la sala es normal encontrar espectadores que ya vieron la obra 2 o 3 veces), y sobre todo, tengan ganas de volver a ver teatro.
El saber amoldarse a un público saturado o aburrido de "lo de siempre" no es rebajarse a sus deseos, ni bajar la calidad, es simplemente otro medio lícito de hacer que se llene la sala de teatro y transmitir el mensaje, que para eso están las obras de teatro.
La obra se basa en un repaso de varias obras de la literatura universal: "Hamlet", "Don Quijote de la Mancha", "Fuenteovejuna"...todo ello envuelto en aura basado en un mundo entre "1984" de George Orwel y la inquisición, donde los libros y la información en manos de la gente era peligrosa. Y por qué no decirlo, también parece haber guiños a una actualidad en donde los políticos parecen preferir un pueblo inculto para hacer lo que se les antoje.
Los chascarrillos, comentarios actuales, jerga y acentos utilizados durante la obra, hacen que la gente esté pendiente y se lo pase bien. No hay nada malo en divertirse viendo teatro, de hecho, eso ayuda a bajar la guardia para que el mensaje pase. Con ciertos comentarios de "rabiosa actualidad" un poco reiterativos, imaginamos que para hacer más facil llegar al político de turno, que en muchas ocasiones es quien decide dar ayudas para una obra u otra, se tiene una obra de una hora, que se hace corta para el público, pero extraordinariamente cansada a nivel físico para los actores. La energía que desbordan en el escenario consigue llegar al público, que sale de la sala con las baterías recargadas y con ganas de leer más.
El final apoteósico del rap es ya mitológico, en donde se hacen referencias a Gabriel García Marquez, llamándolo Gabo, o a muchos otros autores que no pudieron ser interpretados con mayor profanidad durante la obra, por falta de tiempo.
Una verdadera experiencia que merecería ser vista por el mayor número de personas, no solo para volver a amar la lectura, sino también, para volver a amar el teatro.
Opinión: 4,3/5
Por: David Sanchez
