EXTINCTION. AVIÑÓN 2023
Julien Gosselin nos sumerge, durante 5 horas, en un mundo diferente desde en primer minuto, pero muy parecido a la multi obra "Dau" de Ilya Khrzhanovskiy y Jekaterina Oertelnos.
La "performance" comienza con una fiesta de un dj tocando música durante 1h para sorpresa de los oídos de la gente de más de 50 años(y los de menos) que no habían previsto llevar tapones.
Lo bueno, dan cervezas de las que llevan parte del público subido sobre el escenario.
Tras esto llega una pausa para cambiar el escenario, ponen una casa donde se hay una fiesta. 2 camarógrafos lo graban todo para mostrarnos una película en las pantallas. La idea es buena, ver una película en directo, hacer pis, besarse, ir a una fiesta, tocar el piano... Todo parece perfecto en la pantalla, no hay errores, lo vemos en directo delante de nuestros ojos. La idea es innovadora, pero a la vez es pretenciosa, y el hecho de que sean 5 horas corrobora la idea.
Ver una obra con prejuicios no es bueno, pero aquí el director parece que quiere estos prejuicios, que la gente se vaya después del dj, o 1 hora después de la fiesta en la casa, a pesar de iba integración prodigiosa del sonido, la música y los tiempos. Parece que en arte contemporáneo quiere demostrar quien es un buen fiel a su arte con la resistencia o los ronquidos, puesto que son los únicos que podrían aguantar 5 horas de esta sublime experiencia.
Según el festival de Avignon:
El apocalipsis, pasado y presente. En la sofisticación artística y efervescencia intelectual de la Viena de 1900, Julien Gosselin nos muestra la destrucción total del arte europeo y la civilización occidental. La aspiración a la belleza ya un ideal choca con la brutalidad desnuda de la pulsión de muerte. Muestra al individuo que se encuentra al final de un mundo, en una energía enojada y desafiante que solo puede conducir a su propia extinción... Desde la creación de su compañía, Si vous pouviez lécher mon cœur, Julien Gosselin siempre se ha centrado en lo colectivo. Para Extinción, trajo a varios actores y actrices del Volksbühne, el legendario teatro de Berlín, para una colaboración sin precedentes. Un espectáculo dentro de un espectáculo se desarrolla ante nuestros ojos en el lenguaje de Arthur Schnitzler y Thomas Bernhard, en la encrucijada entre concierto de música electrónica, videoinstalación total y teatro radical de palabras.
Opinión: 3/5