Mon petit grand frère. AVIÑÓN 2023
La muerte de un hermano hace 50 años es el hilo conductor que utiliza Miguel-Ange Sarmiento para entrelazar nostalgia, dolor, amor maternal, conversaciones dolorosas o música de época.
Escrita e interpretada por el mismo Sarmiento, con dirección de Rémi Cotta, la obra nos emociona al rodear la tragedia y no centrarse únicamente en ella, con pasajes donde nos hablan de la inmigración, y como su nombre se fue amoldando, integrando a una nueva circunstancia, la de que el sonido español "g" de Miguel Ángel, imposible de pronunciar en Francia, lo cambió a Michel.
Y es que la integración no parece que fuera un gran problema para los españoles que fueron a Francia en los 60, más bien todo lo contrario, hacían esfuerzos incalculables para intentar pertenecer a esa nueva sociedad. Jugar con niños locales como algo normal era parte de esa integración, y en parte la culpa full ahogamiento del hermano mayor de Miguel-Ange en 1971.
Vemos reminiscencias involuntarias a películas como "Chicos y Guillermo, ¡a comer!", dónde el amor a una madre y la aparente diferencia de compartiendo, más centrado en parámetros femeninos, hacen un bonito retrato de la relación de Miguel-Ange y su madre.
Una obra de solo en escena, que llena el espacio, transmite y nos da una bofetada de nostalgia con monólogos detallados y sentidos que nos hacen imaginar una sensación, más que una escena.
Según Sarmiento:
"Serás un artista, hijo mío. O no serás". Estas palabras extraídas de "Mon Petit Grand Frère" anuncian el inevitable destino del pequeño Michel Sarmiento de Rians que, desde muy joven, se puso a cantar para tapar las lágrimas de su madre y los silencios de su padre. Encontró su salvación en la carrera profesional de cantante y actor que inició en París, hace más de treinta años. Es en directo donde renacerá Miguel-Ange Sarmiento para sentir su pulso latir al ritmo de las palabras teatrales de David Noir, Matéi Visniec, Alain Didier-Weill... Es micrófono en mano que no parará, nunca habla para ser escuchado en el entrelazamiento de canciones populares que salvan vidas.
Finalmente, en la radio, recoge las palabras de vidas frágiles y dañadas en el programa que produce y conduce “No olvidamos nada, nos acostumbramos”. Esta escucha sensible es un preludio de su propio trabajo de escritura que entrega hoy. Así, con palabras sacadas directamente de su infancia, se convierte en un autor catártico para liberar por fin los fantasmas de su pasado.
Opinión: 4/5