El museo postal de la Ciudad de México: un viaje por la historia, la arquitectura y la comunicación
El Correo y la Filatelia en México
El Museo Postal no solo es un monumento a la arquitectura, sino también un espacio que preserva y celebra la historia del correo y la filatelia en México. Una de las exhibiciones más significativas es la Sala del Timbre, donde se narra la evolución de las estampillas postales desde su creación en Inglaterra el 1 de mayo de 1840, con el famoso "Penny Black", hasta las emisiones más recientes.
Brasil, por ejemplo, fue el primer país en América Latina en emitir una estampilla postal, superando incluso a Estados Unidos. México emitió su primera estampilla 16 años después, en 1856, con la imagen del cura Miguel Hidalgo, el líder del movimiento de independencia. Sin embargo, estas estampillas aún utilizaban elementos del sistema monetario español, como los reales, y la letra "J" en lugar de la "X" en "México", un vestigio del control lingüístico que los españoles intentaron imponer durante la colonia.
En la Sala del Timbre, también se encuentran ejemplos de los sellos utilizados antes de la invención de las estampillas postales, conocidos como sellos de golpe, que se utilizaban para autenticar cartas. Estos sellos, hechos de acero, eran golpeados con fuerza para marcar la correspondencia, y algunos de ellos muestran el águila, símbolo nacional de México, y otros de la Nueva España, destacando la transición de la colonia a la nación independiente.
El Valor de la Filatelia
La filatelia, o el coleccionismo de estampillas postales, es una actividad que va más allá del simple acopio de pequeños trozos de papel. Para los filatelistas, cada estampilla es un pedazo de historia, y su valor puede ser sorprendentemente alto. Un dato curioso y fascinante es la subasta de un "Magenta Penny" en Nueva York, que alcanzó la impresionante cifra de 9.5 millones de dólares, demostrando el valor que estas piezas pueden adquirir con el tiempo.
El museo también exhibe estampillas más modernas y temáticas, desde representaciones de personajes como Maradona y Albert Einstein, hasta series dedicadas a la Liga de la Justicia o incluso estampillas hechas sobre hojillas de plata. Estas piezas muestran cómo la filatelia sigue siendo un campo en evolución, adaptándose a los intereses culturales y sociales de cada época.
Curiosidades y Tecnología
Una de las curiosidades más interesantes del museo es la presencia de máquinas expendedoras de estampillas, instaladas en las calles de la Ciudad de México en 1907. Estas máquinas permitían a las personas comprar estampillas durante el fin de semana, cuando las oficinas de correos estaban cerradas. Sin embargo, la tecnología no fue bien recibida por la población, que prefería el trato personal, lo que llevó a que las máquinas estuvieran en funcionamiento solo durante tres años.
Otra pieza destacada es el mural "La Tarasca", una obra monumental que representa a una mujer indígena arrodillada junto a un río, rodeada de la serpiente emplumada y la pirámide del Sol de Teotihuacán. Lo que hace único a este mural es que está compuesto por más de 48,000 estampillas postales, todas selladas, lo que significa que fueron utilizadas en correspondencia real. El artista, Pablo Magaña, tardó más de 30 años en completarlo, utilizando estampillas de cartas perdidas o sin destino.
El Legado del Museo Postal
El Museo Postal de la Ciudad de México no solo preserva la historia del correo, sino que también ofrece una ventana al pasado arquitectónico y cultural del país. Es un espacio donde la historia, la tecnología y el arte convergen, brindando a los visitantes una experiencia única e inolvidable.
Para quienes desean explorar este edificio, es posible disfrutar de visitas guiadas que revelan los secretos de cada rincón del Palacio Postal. Aunque algunas áreas, como la biblioteca, pueden no estar siempre accesibles debido a eventos o limitaciones de personal, el museo sigue siendo un tesoro por descubrir en el corazón de la Ciudad de México.
El Museo Postal es un recordatorio vivo de cómo la comunicación ha evolucionado y de la importancia del correo en la construcción de la sociedad moderna. Con su rica historia, su impresionante arquitectura y su colección invaluable, este museo sigue siendo una joya cultural que vale la pena visitar y preservar para las generaciones futuras.