Yuri Buenaventura: concierto en Toulouse el 16 marzo 2025 (HALLE AUX GRAINS)
Por David Sanchez y Noelia Vela
Yuri Buenaventura: El alma salsera de Cali que conquista Francia
En febrero de este 2025 tuvimos el privilegio de charlar con Yuri Buenaventura, un nombre que resuena con fuerza tanto en Colombia como en Europa y que en breve, el 16 de marzo, estará por Toulouse dentro de su gira francesa.
Un colombiano con acento francés
“¿Dónde vives? ¿Eres colombiano?”, le pregunté, confundido por su impecable francés, que me hizo dudar por un momento de su origen. "Yo soy colombiano, vivo en Colombia, en Cali, y hago música”. Su dominio del francés, explicó, viene de años de idas y venidas a Francia, un país que lo acogió hace más de 30 años y donde se convirtió en una figura icónica. “Vengo a Francia desde hace unos 30 años”, aclaró, desmontando mi confusión con una sencillez encantadora.
Yuri no es un extraño en tierras galas. Con su tour de primavera 2025, regresará a un lugar que lo conoce “más que de sobra”, como él mismo reconoce. Pero, ¿dónde ha sentido el calor de la mayor audiencia en Francia? “Creo que fue en La Grande Motte, en Bretaña”, recordó. "Fue un concierto con unas 100,000 personas”. Aunque dudó un instante sobre el nombre exacto —mencionando también Lyon y un festival suizo como Nyon (Paleo Festival)—, su memoria pintó un cuadro vibrante: miles de almas bailando al son de su salsa afrocolombiana, un momento que demuestra el poder universal de su música.
De Cali a Europa: Un puente musical
Nacido en Buenaventura y criado en Cali, Yuri lleva consigo el pulso de una ciudad que respira salsa. “Cali es muy salsera”, afirmó con orgullo. “Es una ciudad muy alegre, a pesar de tantos conflictos”. En su descripción, Cali emergió como un lugar donde la música no es solo arte, sino vida cotidiana. “Las palabras que usa la gente, el vocabulario, son las mismas de la música. Aquí se vive culturalmente: el ruido de la calle, la manera de gritar… es una ciudad ruidosa, cálida, transversal en su sonido”. Incluso en medio de dificultades sociales y corrupción, explicó, la cultura y la música son un bálsamo, una forma de unir a jóvenes y mayores en un abrazo rítmico.
Ese espíritu caldense lo ha llevado a escenarios de todo el mundo, desde Barcelona y Madrid en España hasta Galicia y Portugal, aunque confesó que “hace mucho tiempo” no toca en la península ibérica. Ahora, su foco está en Francia, donde su tour de primavera promete revivir esa conexión especial que tiene con el público galo. “En Francia, el nivel cultural es muy alto”, reflexionó. “La audiencia tiene mucha información sobre músicas de otras culturas: africana, del este, flamenco, jazz, rock, clásica… Eso hace un gran cambio cuando das un concierto”. Para Yuri, el oído francés, amplio y curioso, es un regalo para cualquier artista, y su música —un crisol de salsa, jazz y raíces afrocolombianas— encuentra allí un terreno fértil.
Referentes que cruzan fronteras
Cuando le pregunté por sus influencias, Yuri abrió una ventana a su alma ecléctica. “Los grandes clásicos: Chopin, Verdi, Brahms, Schubert… todos los grandes del catálogo universal”, respondió sin dudar. Pero su inspiración no se detiene en la música clásica. “En el flamenco, Camarón de la Isla, Paco de Lucía, Chano Domínguez; en Francia, Michel Petrucciani, Charles Aznavour; en África, Manu Dibango, Youssou N’Dour, Salif Keita, Cesária Évora… Hay grandes músicos por todos lados”. Su lista es un mapa del mundo, un reflejo de alguien que ha bebido de fuentes diversas para crear un sonido propio, una salsa que dialoga con el jazz, el flamenco y las melodías africanas.
Esa riqueza se hará palpable en su tour francés, una oportunidad para verlo en vivo, fusionando sus raíces con la elegancia de sus influencias globales. Será su primera gira primaveral en años, un renacimiento musical tras décadas de idas y venidas entre Colombia y Europa.
Una despedida con sabor a Cali
Su calidez, su risa fácil y su pasión por la música dejaron una huella que trasciende las palabras. Yuri Buenaventura es más que un músico: es un embajador de Cali, un puente entre culturas, un hombre que lleva el sol del Pacífico colombiano en su voz.
Si estás en Francia esta primavera de 2025, no dejes pasar la chance de verlo en acción en alguna de sus cintas. Su tour promete ser una celebración de la vida, un canto a la alegría y la resistencia que solo alguien como Yuri, con 35 años de carrera y un corazón anclado en la salsa, puede ofrecer. Desde las calles ruidosas de Cali hasta los escenarios franceses, su música te espera para hacerte bailar, sentir y soñar.
Para quien quiera conocer más de la vida de Yuri Buenaventura
Yuri Buenaventura, cuyo nombre real es Yuri Bedoya, es un destacado cantante y compositor colombiano de salsa nacido el 19 de mayo de 1967 en Buenaventura, una ciudad portuaria en la costa pacífica de Colombia. Hijo de Manuel Bedoya, profesor de música y teatro, Yuri creció inmerso en un entorno musical que combinaba la salsa neoyorquina de Fania con las canciones comprometidas de artistas como Violeta Parra, Joan Manuel Serrat y Pablo Milanés. Su nombre artístico, "Buenaventura", es un homenaje a su lugar de origen, mientras que "Yuri" rinde tributo al cosmonauta ruso Yuri Gagarin.
Tras prestar servicio militar, Yuri llegó a París en la década de 1980 para estudiar ciencias económicas en la Universidad de París (Sorbonne), pero pronto abandonó las aulas para dedicarse a la música. Comenzó tocando en el metro parisino y se unió a la fiebre latina que recorría la ciudad, colaborando con grupos como Grupo Caïman y Mambomania. En 1996, lanzó su primer álbum, Herencia Africana, grabado en Colombia con grandes dificultades económicas. Su versión salsa de "Ne me quitte pas" de Jacques Brel, apoyada por Rémy Kolpa Kopoul de Radio Nova, lo catapultó a la fama, convirtiéndose en el primer cantante de salsa en obtener un disco de oro en Francia.
Con más de 20 años de carrera, Yuri ha explorado diversos sonidos, desde la salsa dura hasta fusiones con world music, como en Vagabundo (2003), grabado en Puerto Rico con músicos de la talla de Cheo Feliciano y Roberto Roena. Su obra refleja sus raíces afrocolombianas y un compromiso social, evidentes en discos como Yo Soy (1999) y Cita con la luz. En 2015, con Paroles, rindió homenaje a Francia, su país adoptivo, adaptando clásicos de Aznavour, Brassens y Brel al ritmo de la salsa. Actualmente reside entre Colombia y Francia, donde sigue promoviendo la cultura de su tierra natal a través de su música y proyectos sociales, como su fundación para niños. Su último álbum, Amame (2024), mezcla salsa con influencias neoyorquinas, consolidando su legado como un puente entre culturas latinas y europeas.